Objetivo: Verificar la existencia de ptialina en la saliva.
Fundamento teórico:
-->Ptialina: Es un enzima hidrolasa que tiene la función de catalizar la reacción de hidrólisis de los enlaces 1-4 del componente α-Amilosa al digerir el glucógeno y el almidón para formar azúcares simples, se produce principalmente en las glándulas salivares y en el páncreas.
-->Degradación: Transformación de moléculas complejas en moléculas más sencillas.
Material: Tubos de ensayo Saliva Almidón de patata Vaso de precipitado
Gradilla Lugol Agua destilada Termómetro
Mechero de Bulsen Pinzas
Método: Para realizar bien esta práctica, es necesario:
- Preparamos una disolución de almidón.
- En uno de los tubos de ensayo, vertemos 3ml de disolución de almidón y añadimos unas gotas de Lugol (1 ó 2). Veremos que el Lugol reacciona con el almidón, y la muestra cogerá un color violeta.
- En un segundo tubo de ensayo, volvemos a verter otros 3 ml de disolución de almidón, pero esta vez la mezclamos con saliva. La ptialina digerirá el almidón, y al añadir unas gotas de Lugol (1 ó 2), la muestra no cambiará a color violeta. Este proceso ocurre a la temperatura del cuerpo humano (unos 36-37 ºC) , y al trabajar con la saliva fuera de la boca en el laboratorio, ésta disminuye. Por ello, para acelerar el proceso de digestión del almidón calentamos la muestra al 'baño María': llenamos un vaso de precipitado con agua, metemos el tubo con la muestra dentro y calentamos en el mechero de Bulsen. Es recomendable introducir en el vaso un termómetro para calcular la temperatura en todo momento y que no se desnaturalice la proteína. Cuando la muestra alcance los 37ºC, la apartamos con unas pinzas y dejamos que su temperatura reduzca. Repetimos este proceso 3 ó 4 veces. Finalmente, añadimos las gotas de Lugol para comprobar que el almidón ha sido digerido.
Observaciones: Cuando añadimos las gotas de Lugol a la muestra pudimos observar que gran parte del almidón había sido digerido, ya que el color no cambió prácticamente nada. Por otro lado, nos dimos cuenta de que había quedado almidón depositado en el fondo del tubo que la ptialina no alcanzó a degradar.
Conclusión: Gracias a esta práctica pudimos comprobar el efecto de la ptialina sobre el almidón, que lo degrada hasta obtener glúcidos, y conocer un poco más de la digestión.